BMW renovó la tradición con la llegada de los nuevos M3 y M4 Competition

A 35 años de que el primer M3 se revelara al público, BMW presentó en Chile la sexta generación de este histórico deportivo de ascendencia de competición. Esta vez llegaron juntos el sedán y el coupé, ambos solamente en sus variantes Competition, que agregan un poco más de “picor” al modelo estándar. ¿Cuánto picor? Suficiente […]

A 35 años de que el primer M3 se revelara al público, BMW presentó en Chile la sexta generación de este histórico deportivo de ascendencia de competición. Esta vez llegaron juntos el sedán y el coupé, ambos solamente en sus variantes Competition, que agregan un poco más de “picor” al modelo estándar. ¿Cuánto picor? Suficiente como para superar los 500 hp, aunque siempre manteniendo un balance entre sus prestaciones y la usabilidad de diario.

Como es típico con los autos con tanta historia y tradición, cada generación crea ciertas controversias y esta no fue excepción. Sí, teóricamente son los M3 y M4 más capaces hasta el momento —descontando ediciones especiales—; también son los más lujosos y tecnológicamente avanzados. Sin embargo, aspectos como la parrilla frontal, el peso y el tamaño de estos modelos han sido tema de discusión entre los fanáticos. Sea como sea, se mantiene como un ícono de la industria.

Un diseño con más agresión

Lógicamente, estos deportivos de M GmbH están basados en los Serie 3 y Serie 4. No obstante, esta vez su diseño exterior se diferencia mucho más de estos que como solía ser en antaño. El principal ejemplo es la polémica parrilla frontal que, si bien ya es familiar con el Serie 4, en el M3 significa un cambio muy significativo, pero que consigue de todas formas una mirada sumamente agresiva en ambos modelos.

El perfil de los M3 y M4 también es mucho más musculoso, especialmente en torno al tren trasero y sus llantas multirayo de 18’’ adelante y 19’’ detrás. Dando la vuelta hacia la zona posterior es evidente la presencia del cuasi difusor trasero en el parachoques junto a las generosas cuatro salidas de escape, además de las marcadas caderas de ambos modelos. Llama la atención el aparatoso silenciador del escape, puesto que asoma por debajo del parachoques.

Los interiores de estos deportivos son fieles a la organización y ergonomía de cada modelo del que nacieron, lo que no deja de ser una buena noticia. Ahora, no pueden faltar los detalles de la firma M, como los botones M1 y M2 en el volante, las grandes paletas de cambio y los deportivos asientos de cuero y gamuza.

Asimismo, el selector de la transmisión está forrado con cuero con el logotipo M expuesto como un fino trabajo de marroquinería. Ojo, que uno de los opcionales más llamativos son las butacas de fibra de carbono que prometen una mejor sujeción del cuerpo.

La técnica detrás de la M

En la generación pasada de estos modelos hubo versiones especiales que recibieron mejoras radicales a su chasis, pero ninguno llegó a la potencia que estos nuevos modelos ofrecen. Esta fuerza viene de un motor biturbo de seis cilindros en línea y 3 litros (denominado S58D) que alcanza los 510 CV y los 650 Nm. Este motor usa una inyección directa que alcanza hasta unos altísimos 350 bares para conseguir un mejor rendimiento cerca de la zona roja del tacómetro.

Este motor colabora con una transmisión automática de 8 velocidades que envía toda la potencia al eje trasero, aunque próximamente podría haber noticias de una transmisión integral con el sistema M xDrive, que permitiría igualmente desacoplar el tren delantero a discreción. Para asegurar la salud y el rendimiento de este conjunto, los M3 y M4 Competition tienen 7 radiadores, además de otros sistemas auxiliares para refrigerar aceites, refrigerantes y el aire que cada componente necesita.

Con todo esto los nuevos M3 Competition y M4 Competition aceleran de 0 a 100 km/h en 3,9 segundos y de 0 a 200 km/h en 12,5 segundos. Aunque no son una medición muy común, las recuperaciones también son muy fuertes: de 80 a 120 km/h toma sólo 2,6 segundos en su cuarta marcha.

Históricamente el M3 —y, por consiguiente, el M4 desde su concepción— ha destacado en su segmento por su chasis. En sus primeros años esto lo llevó a dominar las pistas y campeonatos, y más adelante a establecerse como benchmark en el mercado. Como el legado debe protegerse, BMW se tomó en serio esta tarea.

En ese ítem, esta generación se beneficia de una distancia entre ejes 4,5 centímetros mayor, un centro de gravedad bajo y un reparto longitudinal de los pesos que bordea el 50:50 entre cada eje. Se añadieron múltiples refuerzos entre la suspensión delantera, el subchasis delantero, el travesaño frontal y el monocasco para mejorar la precisión direccional; así también se rigidizó el suelo de estos autos en el medio y en la zona trasera, y se diseñó un subchasis trasero específico con uniones sólidas con el monocasco.

No podían faltar los aditamentos tecnológicos, como los amortiguadores adaptativos, una dirección con desmultiplicación variable o el crecido sistema de frenos con pinzas y discos delanteros de 6 pistones y 380 milímetros, respectivamente, que pueden incluso modificar su asistencia en dos etapas para ofrecer mayor sensibilidad y precisión.

Ahora, pese a los esfuerzos de BMW por contener el peso de los M3 y M4, la tara de estos ronda las 1,8 toneladas, lo que es entre 100 y 150 kilos más que la generación pasada, según la configuración de cada modelo. Esto podría ser compensado por el extra de potencia y las mejoras en el chasis, pero hay que considerar que luego habrá una variante con tracción M xDrive que seguirá añadiendo kilos.

Este par de deportivos ya se encuentran en Chile y están disponibles para su configuración y pedido a partir de $88.600.000 por el M3 Competition y de $90.900.000 por el M4 Competition.

Soy un tipo sencillo. Cuando chico me picó el bichito de la pasión por los autos y los síntomas todavía no se me pasan. Los efectos secundarios me llevaron a estudiar periodismo. Hoy estoy acá para entregarme a quienes leen a la naranja.