Investigación chilena revela que los viajes largos tardan el doble en un auto eléctrico

La Agencia de Sostenibilidad Energética y la Universidad de Chile realizaron un proyecto de investigación de 5.000 kilómetros con un Nissan Leaf en el que observaron un ahorro de un 19,2% en el costo de transporte en Santiago con respecto a un “vehículo convencional”. Sin embargo, la duración de los viajes largos por carreteras abiertas […]

Nissan electrifica América Latina con Nissan LEAF

La Agencia de Sostenibilidad Energética y la Universidad de Chile realizaron un proyecto de investigación de 5.000 kilómetros con un Nissan Leaf en el que observaron un ahorro de un 19,2% en el costo de transporte en Santiago con respecto a un “vehículo convencional”. Sin embargo, la duración de los viajes largos por carreteras abiertas casi se triplicó en algunos casos, debido a las periódicas recargas en electrolineras.

Esta investigación, financiada por el Ministerio de Energía, se desarrolló en 20 rutas de la zona centro y sur de Chile planificadas para “conocer el rendimiento real del vehículo, comprender el uso de la infraestructura de carga e identificar las brechas que limitan el desarrollo de la electromovilidad en el país”, indica el informe.

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Debido a que el experimento se realizó una única vez, el documento no presenta conclusiones estadísticas, pero sí plantea observaciones sobre los resultados.Los resultados que comparan el costo operacional del Nissan Leaf -facilitado por Nissan Chile para el proyecto- con un “vehículo convencional” se refieren a los consumos homologados por el Ministerio de Energía de un Ford Fusion con el motor de 2.5 litros.

Ese auto, cuyo peso ronda los 1.575 kilogramos, rinde 7,3 km/l en ciudad, 12,8 km/l en carretera y 10 km/l en el ciclo mixto. Emite, además, 231 gramos de CO2 por kilómetro. Ford ya no ofrece este vehículo nuevo, pero sí lo vende en otras versiones. Pese a eso, la producción de este modelo ya está siendo descontinuada y el fabricante confirmó que no tendrá una nueva generación.

Resultados y hallazgos en rutas urbanas

Nissan Leaf en el primer cargador bidireccional de Latinoamérica en la Agencia de Sostenibilidad Energética en 2019.

De todo el estudio, 670 kilómetros fueron recorridos en entornos urbanos, escenario en el que los autos eléctricos sacan mayor provecho de la frenada regenerativa que recarga la batería. En el caso del Leaf esto se ve maximizado por la tecnología e-Pedal, que permite realizar una conducción tranquila usando sólo el acelerador, ya que al soltarlo se activa la regeneración que a su vez decelera el auto.

La publicación da cuenta de las tres principales rutas urbanas medidas para el estudio. Estas se desarrollaron principalmente en avenidas y carreteras urbanas de la ciudad de Santiago, entre comunas como Maipú, Santiago, Providencia, La Pintana y Ñuñoa. El rendimiento promedio mínimo fue 5,8 km/kWh y el máximo 8 km/kWh.

De estos tres recorridos, el que generó mejores resultados fue la emulación de la ruta que siguen los taxis colectivos de la línea N°6066, que van desde el Palacio de La Moneda hasta la comuna de Maipú. En esta ruta de 54 kms, con retorno incluido, se registró el mejor consumo promedio y la mayor cantidad de energía regenerada, con 35 Wh/km.

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El Nissan Leaf inició el trayecto con un 97% de carga y lo terminó con un 80%, sin paradas de carga. El reporte no señala el horario, ni día, ni las condiciones del tráfico de ninguna ruta en el momento de las pruebas, pero sí anota una velocidad promedio de 18 km/h en este caso, lo que podría ser considerado como un indicio de alta densidad vehicular en las calles.

En cambio, los peores números se consiguieron en el tramo de 23 km entre la zona centro de Santiago y el centro comercial Costanera Center, pasando también frente al Estadio Nacional en Ñuñoa. En este periplo se registró un rendimiento de 5,8 km/kWh y una regeneración de sólo 26 Wh/km.

Sin embargo, esto solamente restó un 11% de la carga de la batería. Esto es relevante, pues la mayoría de la gente de esta ciudad no recorre más de 30 kms diarios dentro de la ciudad. La investigación advierte también que en este sector de la capital hay varios puntos de carga, como lo señala la App Ecocarga desarrollada por el Ministerio de Energía.

Motor y baterías de 62 kWh de un Nissan Leaf. Imagen Referencial.

El viaje que consumió más energía de las baterías fue la ida y vuelta hacia el Aeropuerto Arturo Merino Benitez desde la intersección de la Avenida Santa Rosa con la calle Gabriela en la comuna de La Pintana. En el camino también se hizo un desvío hacia las oficinas de la Agencia de Sostenibilidad Energética que extendió la distancia del recorrido.

Una gran fracción de los 90 kilómetros del itinerario fueron por carreteras urbanas de alta velocidad, lo que incrementa el gasto energético. El auto logró recuperar 30 Wh/km, es decir, 16 km de autonomía. Esto es un dato muy importante, pues a la batería sólo le quedó con un 17% de carga tras iniciar el traslado con un 54%.

Los problemas con los viajes largos

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El Nissan Leaf redujo los costos operacionales en rutas interurbanas desde 83 $/km de un auto convencional hasta 32 $/km, principalmente debido a la diferencia de precio entre la energía eléctrica y el combustible. Sin embargo, esos 32 pesos por kilómetro recorrido son el doble de gasto de lo que se registró dentro de Santiago. Este es uno de los síntomas del aumento de consumo energético a velocidades de carreteras en largas distancias.

Fueron 4.330 kilómetros recorridos en caminos interurbanos y carreteras, los que arrojaron un consumo promedio de 6 km/kWh. Dentro de esa distancia se hicieron viajes a San José de Maipo, San Felipe, Viña del Mar, Talca, entre otras. Uno de los casos más positivos fue la ruta desde la oficina de la Agencia de Sostenibilidad Energética hasta Farellones y su respectivo retorno, como se hizo con todas las mediciones.

El tramo se inició con un 97% de carga y durante la subida se anotó un alto consumo energético de 2,5 km/kWh. Ya en el destino la batería tenía un 43% de carga. Sin embargo, el consumo en el descenso mejoró hasta los 20 km/kWh y se aprovechó el frenado regenerativo para recargar 5,79 kWh. Una vez de vuelta en el punto de inicio la batería tenía un 47% de carga. Es decir, la bajada resultó gratis.

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No obstante, fueron más desafiantes los 161 kilómetros por las carreteras de Santiago y la Ruta 78 en el recorrido de Providencia a Melipilla y la vuelta correspondiente. Esto limitó las posibilidades de recuperar energía cinética del frenado, lo que significó que se gastó un 75% de la carga en poco más de dos horas con un rendimiento regular de 5,5 km/kWh.

Vistos esos resultados, se tomó nota de que ir a Rancagua requeriría una parada de recarga en una electrolinera durante el retorno a Santiago. Se planificó una parada en una estación de carga cerca de San Francisco de Mostazal, al lado oriente de la carretera. Sin embargo, cuando llegaron a ella se encontraron con que estaba deshabilitada y debieron ir a la electrolinera del lado poniente. Finalmente, los 196 kilómetros del viaje tomaron casi 4 horas, con recarga incluida.

La situación fue más delicada con el viaje de 499 kilómetros desde Santiago hasta Concepción. Para esto se previeron cuatro paradas de recarga en Mostazal, Chimbarongo, Talca y Chillán.

El cargador del Nissan Leaf está en el frente del vehículo para facilitar el estacionamiento en las electrolineras. Imagen referencial.

“Se destaca que los tiempos de carga en las electrolineras fueron anormalmente extensos debido al calentamiento de la batería, alcanzando una temperatura máxima de 49 °C. Al intentar cargar el vehículo a una temperatura elevada, la potencia de carga se limita de manera automática, con tal de evitar la degradación de la batería. Debido a esto, el tiempo total de viaje se extendió hasta 11 horas”, relata el informe.

El viaje de vuelta a Santiago no estuvo exento de problemas. El día anterior al retorno el equipo investigador se percató de que la electrolinera donde se cargaría al Nissan Leaf estaba fuera de servicio. Esto los obligó a cargar el vehículo conectado a un enchufe convencional, lo que logró cargar hasta un 70% de la batería en 12 horas.

Al día siguiente, ya en camino hacia Santiago, “el vehículo presentó una alerta técnica llegando al sector de San Fernando. De manera espontánea el auto limitó la velocidad de conducción a un máximo de 80km/h debido a un sobrecalentamiento de la batería. Esto significó el tener que detenerse a esperar que el automóvil se enfriara además de ver limitada la velocidad de conducción en el último tramo de la ruta”.

Con estas luces el Leaf indica el estado de la carga en curso. Imagen referencial.

Este inconveniente generó una extensión de casi dos horas en el tiempo traslado en comparación con el viaje de ida. Finalmente, la suma con las 5 horas de recarga en electrolineras resulta en un viaje de 12 horas y 43 minutos. De todas formas, la electromovilidad ahorró $29.109 a razón de 55,36 litros de combustible, lo que también ocurrió en todos los otro viajes de esta investigación, en diferente medida, lógicamente.

Esto es una muestra de que el estado de la tecnología de baterías y motores eléctricos todavía tiene un asunto pendiente con el rango en carreteras. Por otra parte, la infraestructura de electrolineras en Chile, si bien puede estar acorde con la cantidad de autos eléctricos que hay, necesita ser mejorada, ampliada y densificada a lo largo del territorio nacional.

Este es un aspecto fundamental para la promoción de los autos eléctricos, pues, de no avanzar en esto, la red de cargadores y electrolineras pasa de ser un respaldo a ser un problema para el consumidor de autos eléctricos. En contraste, la investigación señala que con un auto eléctrico como el Hyundai Ioniq Electric que recorra 170 kilómetros diarios se podría evitar la emisión de hasta 5 toneladas de CO2 anualmente.

Soy un tipo sencillo. Cuando chico me picó el bichito de la pasión por los autos y los síntomas todavía no se me pasan. Los efectos secundarios me llevaron a estudiar periodismo. Hoy estoy acá para entregarme a quienes leen a la naranja.