Mercedes-Benz cierra el año con el GLE Coupe 2021

Pese al agrio sabor de boca que deja les deja este año, Mercedes-Benz se aventuró a lanzar presencialmente la segunda generación del GLE Coupe en Chile. Una vez que se aseguraron las medidas mínimas de sanidad, se anunció que llegarán tres versiones de este portentoso SUV, distinguidas por motorización. Dos de estas son turbodiesel y […]

Pese al agrio sabor de boca que deja les deja este año, Mercedes-Benz se aventuró a lanzar presencialmente la segunda generación del GLE Coupe en Chile. Una vez que se aseguraron las medidas mínimas de sanidad, se anunció que llegarán tres versiones de este portentoso SUV, distinguidas por motorización. Dos de estas son turbodiesel y la otra es bencinera, microhibridada y condimentada por AMG.

Tal como fue en su primera generación, este modelo surge de la GLE estándar, pero adopta un talante más deportivo y estilizado. Este ejercicio costaba la habitabilidad de los asientos traseros y su vocación de vehículo familiar. Esta vez, en cambio, Mercedes indica que pasajeros de estaturas de hasta 1,90 metros tienen lugar en la banqueta del GLE Coupe.

Concretamente se trata de las versiones 350d, 400d y la 53. Como es de esperarse en un Mercedes de 100 mil dólares, viene cargado de tecnología: transmisión de 9 velocidades, suspensión neumática, iluminación LED exterior con decenas de diodos, interfaz de multimedia con inteligencia artificial (MBUX), navegación por realidad aumentada… en fin, se entiende la dirección que toma esto.

Michael Riebensahm, gerente de la división de Automóviles de Kaufmann, aprovechó de transparentar sus expectativas de recuperación para 2021 y sus aspiraciones por retomar el desempeño que tuvieron 2019. Sin embargo, el pronóstico de ventas sobre el nuevo GLE Coupe es de alrededor de 15 unidades mensuales contra 20 que tendrían en un escenario como el de 2019. Es decir, el efecto pandemia ronda un 25% a la baja.

Renovación merecida

Cuando el GLE Coupe fue presentado mundialmente en 2016, llegaba 7 años atrasado al baile que el BMW X6 había hecho a su propia pinta. Incluso se podría decir que llegaba en una situación desventajosa, pues lo hacía sobre la base que el GLE estándar (antes llamado ML) había estrenado en 2011. Mientras tanto, el Clase C y el S lucían las nuevas ideas que la nueva generación de Mercedes traía consigo.

El GLE Coupe, apenas nacido, tenía su primer problema: su edad le pesaba en su interior. A pesar de esto, el modelo tuvo muy buena recepción y mostró una interpretación alternativa a la tendencia de “SUV Coupe” que el X6 había comenzado. Por cierto, luego apareció el GLE 63 AMG Coupe, que despertó interés en muchos fanáticos de los deportivos que se mantenían escépticos a estos nuevos formatos.

La segunda generación de este SUV, o SAC (Sport Activity Coupe), nace al día con su familia y se nota. De nuevo sus cimientos están en el GLE estándar, el que llegó a Chile hace algo más de un año. Esto significa que la evolución en el interior es radical, ya que goza, por ejemplo, de la doble pantalla unificada frente al conductor, las modernas cuatro salidas rectangulares de la climatización y el volante con mandos táctiles, entre otros detalles.

Dichas pantallas son de 12,3’’ cada una. La de la derecha es táctil y está dedicada a toda la multimedia e infoentretenimiento. Esto incluye también la gestión de las Apps del sistema y los gráficos que despliega el Mercedes-Benz User Experience (MBUX) cuando se interactúa con él a través de los comandos por voz. Por otro lado, el panel de la izquierda muestra lo típico de un cuadro de instrumentos y un computador a bordo, además de información sintetizada de la multimedia y la navegación.

Estas tecnologías son comunes para las tres versiones disponibles, como también lo es el acceso keyless, la iluminación interior ambiental y los cristales calorífugos. Sin embargo, quedan reservados para las versiones 400d y 53 ítems como la suspensión neumática adaptativa, las asistencias a la conducción, el sistema de cámaras en 360°, el techo corredizo panorámico y los asientos delanteros con ajustes eléctricos y memorias.

Por fuera las tres opciones se ven distinto. La 350d tiene la línea de diseño “estándar”, más sobria y redondeada. La 400d recibe el paquete estético de la línea AMG, el que se inspira en la apariencia de la 53, que tiene parachoques, parrilla frontal y llantas específicas (como se muestra en estas fotos).

Tres buenas opciones, pero falta lo mejor

Mercedes ha concentrado su oferta de motorizaciones en el GLE Coupe en los propulsores turbodiesel. Así, dos versiones usan el mismo bloque motor: un seis cilindros en línea de 3 litros fabricado en aluminio (los pistones son de acero) con alzado variable de válvulas en admisión y dos turbos secuenciales (doble etapa).

Esta ensalada de conceptos, en palabras simples, describen a un motor que busca una entrega de potencia contundente, pero suave y progresivo. Así, en el 350d esta planta motriz desarrolla 272 CV y 600 Nm, mientras que en el 400d se eleva hasta los 330 CV y unos copiosos 700 Nm.

La versión 53, preparada por AMG, también usa un motor de seis cilindros turboalimentado y de 3 litros de capacidad, pero en este caso alimentado por gasolina. Además, es un microhíbrido, es decir, que es asistido por un sistema eléctrico de 48 voltios. Este, además de cumplir el rol de alternador y motor de arranque, es capaz de generar 22 hp y 250 Nm, los que hacen el EQ Boost.

Estos tres ejemplares trabajan con una transmisión automática de 9 velocidades que envía la potencia a las 4 ruedas. El eje trasero es prioritario y el delantero sólo actúa ante pérdidas de agarre. Este sistema, junto a la reducción de la distancia entre ejes del GLE Coupe, contribuye a que este SUV sea efectivamente más ágil que su versión “estándar”.

No obstante, a Chile todavía no llegan las versiones más interesantes a nivel mecánico: las 350e y 350de, por el lado de la ecología, y las brutales 63 y 63 S, como auténticos modelos AMG. Las primeras se tratan de variantes híbridas enchufables con motores de cuatro cilindros de gasolina y diesel, respectivamente, que pueden andar distancias de hasta 100 kilómetros en modo eléctrico puro.

Esto hace especialmente interesante a la 350de, ya que se puede aprovechar el motor eléctrico para no contaminar en los trayectos cortos dentro de las ciudades. Asimismo, el motor diesel puede aprovechar su buen rendimiento en carreteras, donde los óxidos de nitrógeno no se concentran en la urbe.

La tecnología híbrida enchufable aprovecha la posibilidad de cargar el vehículo en casa y evita la “ansiedad de rango”, pues el motor a combustión puede hacer las veces de generador para cargar la batería.

En el lado opuesto están las Mercedes-AMG GLE 63: bajo el capó ocultan un V8 biturbo de 4 litros que entrega 571 hp o 612 hp, en el caso de la 63 S. Este motor también lleva un sistema eléctrico de 48 voltios, cuya asistencia colabora para lograr un 0 a 100 km/h en sólo 3,8 segundos.

La gama del nuevo “gustito”

Las tres versiones de este nuevo SUV de Mercedes que llegan a Chile comienzan en los US$87.000 en el GLE 350d. Luego, el 400d sube hasta US$107.000 por la configuración mecánica más potente, el equipamiento añadido y el paquete estético AMG. Finalmente, el GLE 53, con su tren motriz microhíbrido y el apellido AMG en el nombre en lugar de como línea de diseño, llega a los US$117.000.

Ejecutivos de la marca en Chile confirmaron la inminente llegada del GLE 63 y su versión S. Sin embargo, Mauricio Cortez, product manager de Kaufmann, descartó la posibilidad de traer las versiones híbridas 350de y 350e. Él atribuyó el desinterés de sus clientes por estos modelos a la falta de incentivos estatales para la compra de vehículos electrificados que paliaran el sobreprecio de la tecnología.

Además, relata la mala experiencia que tuvieron con una decena de C300e que trajeron poco después del lanzamiento del facelift de la Clase C. ¿Qué pasó? Apenas se han vendido y todavía tienen unidades en concesionarios. Pese a lo anterior, dicho modelo no está dentro del catálogo de modelos que ofrece el sitio web de Kaufmann.

Soy un tipo sencillo. Cuando chico me picó el bichito de la pasión por los autos y los síntomas todavía no se me pasan. Los efectos secundarios me llevaron a estudiar periodismo. Hoy estoy acá para entregarme a quienes leen a la naranja.